C A R L O S V E R Í S S I M O
a g r a n d e á r v o r e
pequena introdução
para #i. fazer a árvore com restos de árvores e nos troncos colocar vasos de barro com terra onde crescerão outras plantas
para ii. enterro apenas os pés na terra, como se plantasse a árvore e espero que a raiz pegue e que a água me chegue para saciar a enorme sede
#i.
acordar
com o cair das folhas
tudo murcha e os insectos morrem com o frio
todos sonham com outros homens a ler
manuais de ética, de biologia e outras línguas mortas
sentes o esplendor da névoa, a invisão
o perfume da terra húmida e do coração a pulsar
persistente
fazer
várias vezes os mesmos caminhos
sentir o corpo torpe e o fôlego
a esvair-se pelas raízes
das lentas árvores do anseio
e uma promessa
entre todas as outras
amanhecer
só
alguém te aguarda lá fora: já tinham batido à porta
não queres abrir: sei quem é e não a quero ver
e pelas janelas, apenas uma brisa [salgada]
te recorda a existência do mar – que esquecias
após os mergulhos noturnos, frios, nus
a pensar
o quem sou [rebentos de árvores que brotam
na minha pele]
a pensar em quem está à minha volta
[pequenos frutos que florescem
nos pelos da minha barba]
algo se revolve dentro de mim – sinto-o
algo cresce dentro de mim:
só desejo que seja, aquele poema que quis
e que seria melhor do que os outros
Instalar-te
na letra
o seio do meu corpo nu à sombra
cercado pelas grandes árvores
lenha para queimar
lentamente
agreste corpo habitado
casa
nu objecto – falo
o corpo habita o espaço
nu
[incompleto]
agora febril
nada abandono
que tornem a matar
cada ovo no frio da noite
o que aqui permanece não é
a aptidão de tocar,
dores e violetas
são asas de melro abertas em meus lábios
fechados em porta sobre o sono,
laranjas olorosas passeadas
na branca união agreste de meus dentes
abrir com cuidado
#ii.
dita a jornada
pelo enorme rochedo: à noite o regresso
das velozes primaveras
e verões e outonos e invernos
e outros vínculos solitários
com a terra
confias alegremente quando: «os rios mais quietos
são os mais profundos»
sabes: tudo no sítio certo é
um lugar no paraíso
– segue as setas,
pede a um deus que te acompanhe
olhas de perto
o presente tenso: verbo
que evitas pronunciar
olhas mais perto e notas o grão
e dúvidas que o presente exista
que o passado exista
o futuro não tem grão
o saco vai vazio
dentro, ouvia-te dizer:
– Oh que riqueza dentro dessa cabeça –
o forro é bonito
carrega-se melhor: o destino
não existe realmente
por isso, nada te pertence antes
e é bom lembrar de novo, ouve
o mais longe que consigas
que o antigo persiste e persegue-te
deita-te só na estrada
não tens como apanhar uma boa boleia
[voltaremos dentro de momentos]
cantas cantas – bem mas não me alegras
e relembro aquela que ia assim: «quando
eu era pequenino, ainda nem sabia andar»
e pronto, cais de rabo no chão
faltou a perna da mesa para te agarrares
sentir
este nada em que o elemento
se perde e tudo urge
em direcção à derradeira voz,
às vezes experimentas
o equívoco da mãe,
e deslizas por aí, mas o horizonte é inatingível,
e a meada é a solução, para desenrolar
até chegar à verdade
[ainda outra definição de mar
e de mim próprio consoante a maré]
asa em viés
sombra inclinada à espera
vela norte mar adentro
terra atrás muito atrás
saber que não é nada
tudo. Nada
para não te
afogares.
el g r a n á r b o l
pequeña introducción
para #i. hacer el árbol con restos de árboles y en los troncos colocar macetas de barro con tierra donde crecerán otras plantas
para ii. entierro apenas los pies en la tierra, como si plantase el árbol y espero que la raíz arraigue y que el agua me llegue para saciar la enorme sed
#i.
despertar
con el caer de las hojas
todo mustia y los insectos mueren con el frío
todos sueñan con otros hombres leyendo
manuales de ética, de biología y otras lenguas muertas
sientes el esplendor de la niebla, la invisión
el perfume de la tierra húmeda y del corazón pulsando
persistente
hacer
varias veces los mismos caminos
sentir el cuerpo torpe y el aliento
desvaneciéndose por las raíces
de los lentos árboles del anhelo
es una promesa
entre todas las otras
amanecer
sólo
alguien te espera allí fuera: ya habían llamado a la puerta
no quieres abrir: sé quién es y no la quiero ver
y por las ventanas, apenas una brisa [salada]
te recuerda la existencia del mar – que olvidabas
después de las zambullidas nocturnas, fríos, desnudos
pensando
quién soy [yemas de árboles que brotan
en piel]
pensando en quién está a mi alrededor
[pequeños frutos que florecen
en los pelos de mi barba]
algo se revuelve dentro de mí – lo siento
algo crece dentro de mí:
sólo deseo que sea, aquel poema que quise
y que sería mejor que los otros
Instalarte
en la letra
el seno de mi cuerpo desnudo a la sombra
cercado por los grandes árboles
leña para quemar
lentamente
agreste cuerpo habitado
casa
desnudo objeto – falo
el cuerpo habita el espacio
desnudo
[incompleto]
ahora febril
nada abandono
que vuelvan a matar
cada huevo en el frío de la noche
lo que aquí permanece no es
la aptitud de tocar,
dolores y violetas
son alas de mirlo abiertas en mis labios
cerrados en puerta sobre el sueño,
naranjas olorosas paseadas
en la blanca unión agreste de mis dientes
abrir con cuidado
#ii.
dicha la jornada
por la enorme peña: a la noche el regreso
de las veloces primaveras
y veranos y otoños e inviernos
y otros vínculos solitarios
con la tierra
confías alegremente cuando: «los ríos más quietos
son los más profundos»
sabes: todo en el sitio cierto es
un lugar en el paraíso
– sigue las flechas,
pide a un dios que te acompañe
observas de cerca
el presente tenso: verbo
que evitas pronunciar
observas más cerca y notas el grano
y dudas que el presente exista
que el pasado exista
el futuro no tiene grano
la bolsa va vacía
dentro, te oía decir:
– Oh que riqueza dentro de esa cabeza –
el forro es bonito
se carga mejor: el destino
no existe realmente
por eso, nada te pertenece antes
y es bueno recordar de nuevo, oye
lo más lejos que consigas
que lo antiguo persiste y te persigue
acuéstate sólo en la carretera
no tienes cómo conseguir quién te lleve
[volveremos dentro de momentos]
cantas cantas – bien pero no me alegras
y recuerdo aquella que decía así: «cuando
yo era pequeñito, aun ni sabía andar»
y ya, caes de culo en el suelo
faltó la pata de la mesa para agarrarte
sentir
esta nada en que el elemento
se pierde y todo urge
en dirección a la última voz,
a veces experimentas
el equívoco de la madre,
y deslizas por ahí, pero el horizonte es inalcanzable,
y el ovillo es la solución, para desenrollar
hasta llegar a la verdad
[aún otra definición de mar
y de mí propio conforme a la marea]
ala al bies
sombra inclinada a la espera
vela norte mar adentro
tierra atrás muy atrás
saber que no es nada
todo. Nada
para no
ahogarte.