Imagem: Svankmajer
Manuel de Castro. Paralelo W, incluído em Bonsoir, Madame. Língua Morta, 2013
PEQUENA EXPLICAÇÃO ABSOLUTAMENTE
Eu que
apareci acidentalmente vivo
odorizado de flores a uma certa distância
não me importo.
Sei quanto é doloroso
que exista um sol que nasce e morre;
aquela dúvida, às vezes um pouco ridícula,
que surge numa minúscula nuvem
(daquelas nuvens que vieram de motu próprio)
e que fazem saber
que o sol talvez não nasce
talvez não morre
que a única atitude
a única perfeitamente aceitável
sim, isso mesmo é que é certo,
nem vem que me importe
muito a propósito.
Uma espécie de pessoas, um grupo,
(inexactamente um grupo)
de gente não malograda
corre, um tanto desesperadamente,
em busca da planta, a tal.
Tudo pode ser
uma alma emprestada.
Nas varandas vêem-se (por vezes)
os inúteis vasos – aí está qualquer coisa!
Toda a humanidade – que me não importa
(pelo menos muito)
está um poço assim
familiar tão infelizmente,
– algo na varanda é a seteira.
Imensos
etcéteras sobre mundo, alguns vasos,
o aristocrático grupo (inexactamente) sem tempo
nem sequer vamos redimir
mas além dos muros sem porta
aí estão as pombas
(tenho-as no bolso).
Infinitos etcéteras, bom dia,
por aqui tudo bem, nada de novo,
Dezembro, mil novecentos
e cinquenta e sete. Lisboa, Manuel
de todo o coração.
PEQUEÑA EXPLICACIÓN ABSOLUTAMENTE
Yo que
Aparecí accidentalmente vivo
aromatizado de flores a una cierta distancia
no me preocupo.
Sé cuan doloroso es
que exista un sol que nace y muere;
aquella duda, a veces un poco ridícula,
que surge en una minúscula nube
(de aquellas nubes que vinieron de motu propio)
y que hacen saber
que el sol tal vez no nace
tal vez no muere
que la única actitud
la única perfectamente aceptable
sí, esto sí que es cierto,
ni viene ni me preocupa
mucho al caso.
Una especie de personas, un grupo,
(inexactamente un grupo)
de gente no malograda
corre, un tanto desesperadamente,
en busca de la planta, aquella.
Todo puede ser
un alma prestada.
En los balcones se ven (en ocasiones)
las inútiles macetas – ¡ahí hay un algo!
Toda la humanidad – que no me importa
(por lo menos mucho)
hecha pozo así
familiar tan infelizmente,
– algo en el balcón es la tronera.
Inmensos
etcéteras sobre mundo, algunas macetas,
el aristocrático grupo (inexactamente) sin tiempo
ni siquiera vamos a redimir
pero más allá de los muros sin puerta
ahí están las palomas
(las tengo en el bolsillo).
Infinitos etcéteras, buenos día,
por aquí todo bien, nada nuevo,
Diciembre, mil novecientos cincuenta y siete. Lisboa, Manuel
de todo corazón.